Los arándanos son frutas sanas y deliciosas, con grandes beneficios para nuestra salud. Son antioxidantes, previenen el envejecimiento, el cáncer y muchas enfermedades del sistema cardiovascular. También ayudan a controlar la diabetes, la presión arterial y el colesterol, y son excelentes para combatir las enfermedades del tracto urinario.
Cultivar arándanos en casa es muy simple y, aunque tome tres años producir las primeras frutas, nos permitirá ahorrar mucho dinero. Puede comenzar desde un arbusto que ya tiene algo de fruta, si no quiere esperar. O comience desde las semillas, siguiendo las instrucciones a continuación.
Primero debes elegir el jarrón. Si ha decidido comenzar con las semillas, deberá hacerlas germinar en un recipiente pequeño (un vaso, por ejemplo). Si ha decidido comenzar desde una planta pequeña, deberá usar una olla más grande.
Para una planta joven, lo ideal es un jarrón de unos 20 litros. Cuando la planta madura, es decir, después del cuarto año, necesitará una olla de 60-75 litros.
En invierno, las macetas no le dan a las raíces la misma protección contra el frío que le da al suelo, y es por eso que recomendamos aislarlas aplicando heno en el fondo.
Las plantas de arándano como el suelo ácido, con pH bajo (entre 4.5 y 5). Para obtener un suelo ácido, puede agregar turba, harina de semilla de algodón o un compost hecho de corteza y hojas de pino.
Los arándanos comienzan a dar sus frutos después del tercer año de edad. La mayoría de las plantas de arándanos son capaces de autopolinizarse, pero para estar seguros podemos plantar dos plantas juntas, de diferentes cultivos.
Los arándanos necesitan mucho sol. Riegue con frecuencia, pero no crecerán bien si el suelo está constantemente mojado. Use un suelo liviano con buen drenaje.
Los arándanos son una fruta muy versátil, ideal para preparaciones dulces y saludables.